¿El equipo se adapta al nuevo jefe o es el nuevo jefe el que se adapta al equipo?

La pregunta se parece al dilema de quién fue primero, ¿el huevo o la gallina? pero este dilema es más complejo pues hablamos de equipos de trabajo compuestos al final de personas.
Para esta cuestión no intentaré una respuesta total sino unas consideraciones para ir resolviendo este punto.

Primero, ¿cuál es el motivo de traer un nuevo jefe a un equipo?. Puede ser un cambio de cultura, un cambio de perfil del puesto, o hasta una jefatura que antes no existía. Dependiendo de la razón por la cual se trae un nuevo jefe la adaptabilidad del equipo y del nuevo jefe puede ser mas o menos compleja; pero algo que ayuda mucho en este proceso es la comunicación clara para todas las partes. No hay que escatimar en la "cantidad de verdad" que se debe invertir, pues el secretismo al final solo creara un ambiente mas enrarecido entre el nuevo líder y el equipo de trabajo.
Es cierto, también, que para la comunicación de este punto depende mucho la madurez del equipo, entendiendo la madurez como la capacidad del equipo para procesar emocionalmente la información. Así mismo la madurez tiene el componente del tiempo que los miembros del equipo tengan de conocidos entre ellos y de la familiaridad con las tareas.

Segundo ¿continuamos con el mismo equipo o cambiamos?. Quizás la parte más difícil del dilema. El nuevo jefe trae una concepción del mundo y del trabajo que no existía en el área. Los miembros del equipo también lo tienen y es más hasta han creado una visión del trabajo y del área conjunta.
A menos que hablemos de malos elementos, los cuales deben ser removidos de la empresa, no podemos pretender que el jefe trate de cambiar todo el equipo. Como leí en un post del coach Jorge Urrutia (https://www.linkedin.com/pulse/t%C3%BA-el-nuevo-gerente-del-%C3%A1rea-ellos-un-equipo-ya-7-claves-urrutia/?published=t) el nuevo jefe tiene un gran poder en sus manos, el poder de tener carta abierta para hacer los cambios que él estime conveniente, pero no es ético ni saludable comenzar a traer gente de sus antiguos entornos de trabajo o menos de despedir sin razones aparente enviciando así un ambiente de trabajo.
Lo que hay que considerar es tomarse el tiempo para conocer a su equipo y su trabajo, para lo cual no debe escatimarse recursos. Y desde un conocimiento profundo de estos aspectos, brindar retro alimentación y acciones de mejora con cada miembro del equipo. Solo desde ahí, se puede decidir si el equipo necesita una renovación o si debe continuar tal cual.
Hasta aquí hemos tratado dos puntos  que pueden decirse son la entrada a este dilema pero creo que hay un tercero tan o mas importante que los otros dos; una vez realizados los cambios y la adaptación a los primeros días ¿cómo continuar el equipo y el nuevo jefe?. Aquí el equilibrio es la palabra clave. El peor error es querer cambiar el mundo en un día. Muchos jefes entran con ese ímpetu y tienden a ver que todo lo anterior estaba mal, pero ¿todo estaba mal antes de que ellos vinieran?. Definitivamente existen cosas por mejorar pero solo la paciencia y el trabajo colaborativo entre ambas partes llevaran a las soluciones necesarias. Que el nuevo jefe no escatime en preguntar, en recibir consejos y en ofrecer ayuda. Así es como vera que es en realidad urgente de atacar y que es solamente una apariencia de urgente. En este punto no esta demás recordar el refrán; "El mucho abarca, poco aprieta"

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